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Tristeza de un ayer.
¡Oh, remembranza
de antiguas primaveras ya pasadas,
guardadas en el alma y engarzadas
en bellos alamares de añoranza!
¡Nostalgia de unos tiempos de bonanza
nacidos de hechiceras alboradas
con luces de futuro decoradas,
veneros de ilusión y de esperanza!
En esta turbulenta primavera,
carente del trinar de ruiseñores
que mueren al morir la biosfera,
recuerdo aquel ayer, cuando las flores
cubrían de colores la pradera,
anuncio de perdidos esplendores.
©
Antonio Pardal Rivas
10-04-08
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