EL SILENCIO DE LOS CORDEROS

 

 

 

 

 

 


En memoria de las víctimas del terrorismo en la tierra

Un silencio se extiende en la angostura
en que antaño balaban los corderos.
Un silencio de muerte. Postrimeros
mutismos que nos muestran su tortura.

A lo lejos resuena la locura
del aullido de lobos carniceros,
rabadanes y crueles cancerberos
de rebaños que matan sin premura.

En el monte despunta una espadaña
con mudez sepulcral de carillones
miedosos del aullar de la alimaña.

Y en el valle se encuentran mil rincones
donde, rojos, dejara la guadaña
despojos de inocentes a jirones.


© Antonio Pardal Rivas

18-03-08










































VOLVER