
Contrasentido
en tu esencia,
contradicción en tu ser,
no me cansa tu presencia,
mas me destruyes, mujer
Hay momentos en que
ries
y me besas con amor,
y otros, mujer inconstante,
me demuestras gran rencor.
Pasas del amor al
odio,
sin aparente motivo.
¿Que impulsa tus sentimientos
para darme tal castigo?.
Unas veces te comportas
como dulcísima miel,
y otras me muero y no vivo,
pues sabes a amarga hiel.
¿Por qué
tornas en desdenes,
lo que en un momento antes
eran tan dulces manjares?
¿Por qué eres tan cambiante?
¿Será
exceso de cariño?,
¿Serán celos en tu pecho?
¿O es que no colmo tu anhelo,
y te provoco despecho?.
Mujer, ¡Me
estás destruyendo,
con tus continuos vaivenes,
pues la razón voy perdiendo,
con tu amor... y tus desdenes...!
©
Antonio Pardal Rivas.