
Sublime
resplandor que mi alma envuelve,
efluvio de un amor inmarchitable
que siente la tortura de dejarme
y no se cansa nunca de quererme.
Un
año más pasé sintiendo al verte
la misma sensación dulce y constante
que ya inundó mi pecho al encontrarte,
oculta en el cariño que me ofreces.
Un
año más teniéndote a mi lado
quitándome las piedras del camino
y dándome la ayuda de tus manos,
cansado
voy de humilde peregrino
que vive en el amparo de tus brazos
y avanza en tu ternura protegido...
©
Antonio Pardal
Rivas
23-12-07
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