LAXITUD

 

 

 

 

 

 

 


La dulce laxitud que siento al verte
vestida con el traje de fulgores
que nátura te dió, como a las flores,
exulta este gran gozo de tenerte.

La tierna sensación de poseerte
transida entre mis brazos, en albores
de amor y plenitud cautivadores,
aplaca mis angustias de perderte.

Tus ojos al mirarme me diluyen
en el grandioso amor del universo
y me hacen elevarme a lo sublime.

Al sitio donde eufóricos confluyen,
canción, amor, ternura, luz y verso
y el alma enajenada ríe y gime.



© Antonio Pardal Rivas

04-10-07


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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