PIGMALIÓN |
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Oh, Pigmalión, misógino tronante,
que a la dulce mujer aborreciste al no hallar nunca aquella que creiste pudiese ser tu esposa y fiel amante. Y solo con tus
manos, arrogante, Mas aunque la belleza
le sobró, Afrodita, al mirar
la obra baldía, ©
Antonio Pardal Rivas |
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