LA DUDA

 

 

 

 

 

 

 

 

Es trágica la duda que reporto
y busco mi descanso en tu regazo
sintiendo la ternura de tu abrazo
colmado de tu amor que gozo absorto.

Mas en otros momentos en que exhorto
la luz de tu cendal, siento el rechazo
que me aleja de ti, como un mazazo;
y entonces mi desdicha no soporto.

Hay veces que eres luz, y otras tortura,
pues desde que nací vivo en tu albor,
aunque luego me invade la amargura.

No infiero que mi pecho pecador
fue causa de tu inmensa desventura
clavado en un madero por amor.


© Antonio Pardal Rivas

11-04-07

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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