ORACIÓN

 

 

 

 

 

Amado que al mirarate siento extraño
y oculto trás el tiempo me fascinas
llamándome con músicas divinas
al valle en que no existe el desengaño.

No dejes que soporte más el daño
de zarzas que me clavan sus espinas,
lejanas del lugar en que caminas
cuidando de tu plácido rebaño.

Te aguardo placentero y fervoroso,
sin miedo de encontrarme ya a tu lado
y ansioso de arribar al gran momento.

Cansado estoy de andar. Quiero el reposo
que en este triste mundo me han negado
y anhelo revivirme con tu Aliento.

© Antonio Pardal Rivas

12-marzo-2007

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

VOLVER