GACELA

 

 

 

 

 

Gacela de mis montes malagueños,
tus ojos son más dulces que la miel;
me embruja la blancura de tu piel,
candil albo que alumbra mis ensueños.

Embriagan tus aromas almizcleños
unidos a tu boca de hidromiel
y a un cuerpo modelado en el troquel
de gráciles y espléndidos sureños.

Quisiera descansar en el recodo
que guardas en tu otero florecido
y oculto en él hallar dulce acomodo,

quedando para siempre allí escondido
fundido en tu belleza, como un todo,
de dicha y de placer estremecido.


© Antonio Pardal Rivas

19-01-07


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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