GETSEMANÍ

 

 

 

 

 

Padre mío, si es posible, que pase de mí este Cáliz, pero no sea como yo quiero, sino como quieras Tú. -Evangelio según San Mateo.-

¿Por qué me hiciste, Padre, nacer en este mundo
donde la iniquidad por doquier prolifera?
¿Por qué dejas que sufra esta horrible quimera
que me cambió en el Templo de manso en iracundo?

¿Por qué fue tu mandato tan tajante y rotundo
sin cederme la opción, para que Yo escogiera?
Esta noche estoy triste, pues ya me desespera
el peso de mi cruz y siento que me hundo.

Soberano infinito de todo lo creado,
me mandas redimir a un mundo incomprensible
donde se ha preterido la virtud del amor.

Aparta de mí el Cáliz de ser sacrificado.
Mas si ese es tu deseo, sé que eres infalible:
tu voluntad se cumpla con mi último estertor.

© Antonio Pardal Rivas.

20-12-06


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

VOLVER