EL BESO

 

 

 

 

 

Recordaré de tu boca aquel beso
para que quede grabada en mi mente
la falsedad de tu amor aparente
y la oquedad de tu huero embeleso.

Para evitar, con dolor, tu regreso
me mostraré cauteloso y prudente
con la actitud de mi alma silente
que no me deje caer de tí preso.

Tú te olvidaste de aquel juramento
que ante el altar del gran Dios me habías dado
y te dejaste por otro besar.

Ya no te vale tu falso lamento,
ni repetirme que yo fui tu amado.
¡Déjame solo en mi inmenso pesar!
.

 

© Antonio Pardal Rivas

29- Septiembre-2006

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

VOLVER