¡QUE PENA...!

 

 

 

 

 

 

Niña de los ojos negros,
la de los ojos gachones.
La que a mí me da la vida
mientras me mata de amores.

La de la trenza morena
y cara de blanca luna.
La que me quita las penas
y quiero como a ninguna.

La de la boca de fresa
con aliento de azucena.
La que me abrasa al mirarme
con cara de niña buena.

La que muestra la cintura
sobre su falda vaquera,
con inocencia de angel
cuando cimbrea las caderas.

La del piercin y el tatuaje
en ese sitio escondido
que sólo se ve en la playa
al quitarse su vestido.

Niña de piernas muy largas,
con senos duros y erguidos,
que se mueve como el junco
que nace junto a los rios.

¡Que pena, siento, que pena,
cuando mis ojos le miran,
poco a poco, despacito,
su cara de niña buena...!

© Antonio Pardal Rivas

Marzo, 2006

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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