Quiso Dios que en Málaga naciera; 
en un bello rincón de la Axarquía 
y en Benaque vió la luz del día 
un poeta genial: Salvador Rueda. 
Por él canta su estrofa la cigarra, 
y por él la Canéfora sutil reluce, 
y a la Novia de la Tierra la seduce 
tañéndole al compás de una guitarra. 
Desde aquí le brindo mi homenaje 
al poeta de La Raza verdadero, 
y con sus versos conseguir espero 
dejar mi verso fijado en su linaje.
          
          Emilio García del Nido. 
        7-noviembre-2.007.