El cielo se está quedandol sin color,
la música se convirtió en ruído,
incoloridad y estridencia se ha unido
y hasta el día se ha quedado sin calor.
Repica una campana que no suena,
no se oye el redoble del tambor,
ya no hay movimiento en el temblor
y es patética la vista de la escena.
Quiedro ser paleta de colores
y dejar pintado el mundo de acuarela,
subir peldaño a peldaño la escalera
y devolver a las flores sus olores.
Porque el mundo lo está necesitando,
que le fata color, música y olor,
ya que todo está impregnado de dolor
y es AMOR lo que le está faltando.
Emilio García del Nido.
16-Agosto-2.007.