LA LLAMADA

 




Hoy, que inspires Musa, yo te pido
saber cantar en versos mis pesares,
para poder nadar entre los mares
que cruelmente azotan mi destino.

Por barrer de mi campo los espinos
que sembraron espíritus banales
y persiguen, con sombras colosales,
a mi alma por el mísero camino.

Que envuelven en penumbra los momentos
que en las horas del día ya adivino
para hacerme más grande el sufrimiento.

Porque solo me veo en la impotencia
y tus versos alivian mi tormento
limpiando de ese polvo mi conciencia.






Emilio García del Nido.
3-agosto-2.007.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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