Estoy pensando tristemente hoy
que si de amor cayera en decadencia
arrancaría a una flor su esencia
por ver cuan decadente ahora estoy.
Solamente pensar en lo pensado
retrotrayéndome al pasado fugitivo
que pude ser de amor sustento vivo
y me quedé sin amor y enamorado.
Con mano de aspereza el azar me toca
y blindo con acero el corazón ardiente,
que se escapa un suspiro, y escapa silente
por la puerta entreabierta de mi boca.
Mas por mucho que pienso no hay motivo,
¡si he derramado amor a mano llena!
Soledades cual desierto sin arena,
sólo me quedan nombre y sustantivo.
Emilio García del Nido.
15-julio-2.007
.