ENTRE EL ESCEPTICISMO Y LA UTOPÍA

 




Es un alba radiante
de un día cualquiera,
en las hojas de las flores
ha llorado la noche,
todo alrededor anuncia poesía
y amanecen los senderos
con sus verdes laterales
en geométricas figuras redondeadas.

Con una luz que ciega las pupilas
y hace cerrar las persianas
de pestañas admiradas,
una esfera de fuego arde
en el nimbo de un firmamento
abierto y azul de mar en calma.

Una naturaleza regalada
cincunvala los cuerpos adormecidos
mientras un zumbador insecto
se regocija donoso,
libando y presumiendo
sobre las gotas de cristal
de la escarcha trasnochada.

Y transitan dos humanidades
desnudas por fuera de pudor
y vestidas por dentro
de un amor ilusionante,
sosegado y feliz,
ajeno a todo lo que no sea
la naturaleza y sus sueños.

Pero en la vida incoherente
hay un pasar de dentro a fuera
que se ensaña, enfrentándose
a la oda inocente de dos vidas
que se perderán sin remedio
en visiones cruzadas
de caminos quebrados,
que van cubriendo esa armonía
con un amenazante cielo gris
sobre las almas expectantes
de un tránsito pasajero,
topándose cara a cara
con la utopía, que lo harán despertar
a una realidad prefabricada,
y, que muchas veces, les obligarán
a olvidarse de sus felices vivencias
en una lucha constante
entre la verdad y esa utopía,
momento en el que aparece
el humano escepticismo.



Emilio García del Nido.
28-julio-2.007.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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