ANOCHE TE SENTI COMO A UNA EXTRAÑA

Anoche te sentí como a una extraña...
Difícil de escribir es esta frase.
Por poco si las lágrimas empañan
mi vista, no sabiendo qué contarte.

Extraños en verdad ya que sí somos,
no hay nada que nos una estando lejos.
¿Por qué no estás aquí? Ni por asomo
acierta a comprenderte mi cerebro.

¿Por qué dijiste adiós cuando no hubo
motivos por mi parte, ni razones;
los sueños del ayer ahora son humo,
las risas se tornaron en dolores.

Y sé que volveré de nuevo a verte...
De fútbol hablaremos; o del tiempo.
Maldigo con furor a aquella gente
que urdió tanto falsía y tanto cuento.

La culpa sí fue suya mas, no obstante,
debieras tú de haberme consultado;
perdiste tu fe en mí, fuiste cobarde...
¡Son estos, ya lo ves, los resultados!

En vez de poder ser ama y señora
de toda mi ilusión, ya no eres nada:
Un nombre que me encuentro por las ondas;
saludos y tan sólo unas palabras.


T

Francisco Escobar Bravo
8 de junio de 2007

VOLVER