LA MUSA EN MI GARITA BAILA INQUIETA
La Musa en mi garita baila inquieta,
cual niño sin pudor y sin respeto;
por más que lo deseo, no someto
su alegre travesura pizpireta.
Le pido, por favor, que se esté quieta
mas quiere que le escriba otro soneto;
veremos si acabando este cuarteto
en otro cavilar no se entrometa.
Mas, ¡quiá! Que al acabar, dando la lata
prosigue con afán; es un azote
que quiere que al final meta la pata,
pidiendo sin cesar un estrambote.
Termino los tercetos o me mata,
mas dejo de escribir por más que bote.
Francisco Escobar Bravo
4 de mayo de 2007