JAMÁS NADIE TE AMÓ, FUISTE UN JUGUETE

 

Jamás nadie te amó, fuiste un juguete
en manos de un varón embravecido;
no digo que de un hombre, que es elogio
a quienes son tan sólo malnacidos.

Robaron tu niñez, mujer en ciernes;
formaron en tu mente un torbellino
de dudas e ilusiones malgastadas,
igual que al apagar un cigarrillo.

¡Borrachos y canallas, sinvergüenzas
que tratan a una niña sin cariño!
Merecen que les corten sin más miras
aquello que les cuelga, así a lo vivo.

Abundan por doquier, no están ocultos
y duermen por las noches tan tranquilos.
¡La madre que los trajo bien pudiera
haberles abortado siendo niños!

¡Cobarde todo aquél que se comporta
con cándida mujer como asesino!
Mi voz brota del fondo de mi pecho,
gritando desde allí que los maldigo.

Honrar a las mujeres es lo propio.
Tratarlas con bondad, brindarles mimos.
Pues ellas nos parieron con dolores
después de dar amor. ¡Somos sus hijos!



Francisco Escobar Bravo
21 de abril de 2008

VOLVER