EL JINETE DE LA GUERRA



Al borde del espanto, gime el mundo.
Cabalga el cruel Jinete de la Guerra.
Al trote del corcel tiembla la tierra
y el pánico se esparce tremebundo.

Es fétido su hedor, es nauseabundo.
Que peste de sepulcro y muerte encierra.
Pues torna la ambición la vida en perra,
matando este jardín bello y fecundo.

Caín mató a su hermano y la costumbre
se ve que por sus hijos fue adquirida;
a poco que les pinchen hacen lumbre

e incendian con fiereza fratricida
las tierras del vecino. Podredumbre
y vil desolación es esta vida.

¡Cuánta sangre vertida!
¡Por mor de las envidias y el dinero
matamos al afín y al forastero!




Francisco Escobar Bravo
5 de marzo de 2008

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