JAMÁS HAS DE CAMBIAR

 

Jamás has de cambiar, lo tengo claro.
Te gusta la aventura, el devaneo;
te entregas a un insulso coqueteo
sin miedo, sin temor y sin reparo.

Te juzgas una diosa y, con descaro,
juzgando tu belleza en su apogeo,
ignoras el respeto al himeneo
y puede que al final lo pagues caro.

Que sepa, ya has deshecho tres parejas;
acaso alguna más puede haber sido,
que ignoro de tu vida cosas viejas

y todas tras marcharte de mi nido.
El caso es que, sin duda, te asemejas
a un barco que navega sin sentido.

Intento echar a olvido
lo tanto que te quise y me quisiste,
mas viéndote actuar me pongo triste.



Francisco Escobar Bravo
21 de enero de 2008

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