SONETO A VUELAPLUMA
Perdida la costumbre, no es sencillo
forjar un buen soneto en un momento;
veremos si no muero en el intento
y logro retomar el estribillo.
Sacado ya un cuarteto del bolsillo,
me voy por el segundo. Mas va lento,
que tengo que vender y estar atento
pues siempre algún cliente habrá listillo.
Comienzan los tercetos y la venta
parece que amainó por un instante.
Si dejan de acudir, mi mente inventa
y logra mi proyecto ir adelante.
Ya trece tengo escritos, si se cuenta
el último anterior que va delante.
¡Triunfé! Pero, no obstante,
ya puestos y metidos en el brete,
se añade el estrambote y diecisiete.
Francisco Escobar Bravo
6 de diciembre de 2007