Recostada
en la montaña,
cual cesta de flores bellas,
tiene mi hijo una casa,
donde van cada domingo,
en vacaciones y fiestas.
Se reunen con amigos
y hacen ricas paellas;
otros dias somos los padres,
los que disfrutamos de ella.
Madreselvas y jazmines
acariciando contentas,
la parra que da su sombra,
a aquella bonita puerta,
por las paredes escalan.
Y rosas, y clavelinas,
nardos, lirios y azucenas,
embalsaman el ambiente,
despidiendo al sol, que deja,
al ocultarse en el monte,
el entorno, en las tinieblas.
Allí los niños
disfrutan,
buscando sus ricas sombras,
jugando,correteando...
¡sube y baja del columpio¡
y gritando a todas horas...
Bendita sea la casa,
que reune a la familia,
uniendo cual ramo de flores,
de lirios, rosas y orquídeas.
Y
aqui se acaba la historia
de esa hermosa casita,
en invierno lumbre a tierra,
y en verano muy fresquita.
Mariana.