¡AY, SOPHÍA...!

 



Que más da si tu amor está dormido…
importa que no mueras de tristeza
pues por mucho que muestres entereza
mueres tú mientras yo me siento herido.

No es destino el destino si elegido
porque aquel debe ser todo firmeza
que del alma escapa por quien reza
sin pensar en ganar o ser vencido.

Dormir no es Morir, ¡hay diferencia! .
Dormir es como estar anestesiada,
con la muerte perdemos la presencia.

Los días pasarás triste y cerrada
a la eterna verdad de la conciencia
pero siempre sabrás que fuiste amada.


Joaquín Pérez de la Blanca y Vida.
25-diciembre-2007.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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