Vega, plana cual estero,
teñida verde esmeralda,
campos de mi tierra dulce,
lo mejor de mi Granada.
Una flecha azul te cruza
retozando con la grama
entre los altos trigales
y matojos de albahaca.
A sus riberas de seda
verdes álamos se agarran
para que nadie les robe
el beso que dan sus aguas.
Aguas puras, frescas, dulces,
bajan de Sierra Nevada
y en su caminar alegre
van pregonando alborada.
Azul, verde, rojo y blanco
cielo y vega, carne y alma,
que son los cuatro colores
de mis tierras de Granada.
Azul intenso y profundo
del cielo de sus mañanas,
blanco de nácar brillante
alma de Sierra Nevada,
mil tonos de intenso verde
cubren campos de esperanza
y el rojo sangre profundo
color de su sangre brava,
sangre mezclada con barro
de los caminos de España.
Joaquín Pérez de la Blanca y Vida.
1-diciembre-2007.