FIESTA EN LAS CUEVAS (Granada en zambra)

 



Hay luna llena en el cielo,
muchas cañas y chumberas,
gitanas de pelo negro
delante de las mil cuevas
y el fuego chisporroteando
muy cerca… junto a las pencas
prestando luz y calor
a todas las gentes buenas.
Ahí está la luna, el fuego,
también unas sombras nuevas,
son sombras de carne y hueso
que la zambra trae y lleva.

En el centro de la plaza,
por llamar de esa manera,
se van juntando las gentes
y en sus pechos hay quimeras.
Personas de casta brava
con la mirada altanera,
sonrisa eterna en sus labios
y ojos negros con ojeras.
Ellas con pequeños pies
y talles que se cimbrean,
ellos de piel bronce oliva
con brillos de tez morena.

Mil chispas salen del fuego
confundiendo a las estrellas.
La luz brilla en el camino,
los ojos como centellas
y al compás de intenso baile
el Sacromonte se alegra.
Aquel tropel de gitanos
bailan y viven la juerga.
Fiesta en las cuevas del monte
que espera una señal cruenta
celebrando el gran casorio
de la gitana más bella.

Se oye rasgar la guitarra,
los brazos revolotean,
las palmas suenan con fuerza
y roncas voces canturrean.
Allá en frente la Alhambra
asombrada ve y espera
pues no comprende muy bien
quién es allí la más bella,
si el Sacromonte y sus zambras
las gitanas de la fiesta,
ella misma que es la joya
o Granada que es la reina.

Y mi “Graná” la sultana
con blanca luz por bandera,
la que en plazuelas con duende
los sus amores encierra,
la que oliendo a mil claveles
se está mirando en su Sierra…
abre los brazos y en ellos
abraza “to” lo que encuentra.
Chumberas y cuevas blancas
las mil cañas polvorientas,
sus gitanos, las flamencas,
cien fogatas, lunas llenas,
la Alhambra, el Sacromonte
y a “toa” Andalucía entera.

Joaquín Pérez de la Blanca y Vida.
16-noviembre-2007.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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