QUE TU SONRISA...

 

 

 

Que tu sonrisa fluya como el agua
clara del río, que de la montaña
baja con la frescura, hasta la braña,
y así diluya el fuego de tu fragua.

En ese valle muera la macagua
y su veneno tóxico que baña
tu vida, con hoguera de ira y saña,
y el corazón de pena te lo enagua.

Vístete con el tul de la esperanza
y bajo el manto del inmenso cielo
matizado de azul, serás cual danza

feliz y su bailar como ave en vuelo
de dicha, al que acompaña una romanza
con titilar de estrellas en revuelo.





Carlos
21 de enero de 2008

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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