ALZHEIMER

 

 

 

Toma la luna por el sol y se hunde
sin remisión en bruma y negligencia.
Cautiva en el penal de su conciencia
está, sin que de su razón redunde

la luz, y si la sombra que le infunde
al laberinto cruel de la demencia,
exenta de favor y de clemencia
para que sufra y de pesar se inunde.

De piedra convidada es, ni calor
ni frío, ni avidez, ni saciedad,
en su vejez de niña, sin valor

del ego, vive la infelicidad
de su irreal deleite de palor
llena, y vacía personalidad.





Carlos
15 de enero de 2008

 

 

 

 

 

 

 

 

 

VOLVER