EL ESPEJO

 

 

 

Ni habla ni escucha, nunca se destempla,
copia su entorno con fidelidad.
Jamás se mueve, pero ve y contempla,
captando siempre, sin parcialidad,
la situación que filma, guarda y templa
como testigo de realidad,
sin método, sin duda ni complejo.
¡Ay si pudiera hablar el mudo espejo!




Carlos
10 de enero de 2008

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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