LOS PECADOS CAPITALES

 

 

 

Si la soberbia asida te retiene
y la avaricia con tesón sujeta
tu vida, coge la fama que viene
de la humildad, será dicha completa.

Aparta la lujuria, se previene
con la castidad útil y concreta
la gula con templanza, así se obtiene
la nutrición de buena y sana dieta.

Si ira o envidia apenan tu existencia,
sumérgete en un halo de paciencia
y llena tu vivir de caridad.

Desecha la pereza, en unidad
con el esfuerzo y la alta dignidad
no tendrán los pecados diligencia.




Carlos
5 de septiembre de 2007.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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