DE ESTRIBOR A BABOR

 

 

 

En la penumbra estoy y del albor
vengo, se terminó el impúber sueño
de aquel infante que se creyó dueño
del mundo sin probar su acre sabor.

Con idas y venidas a estribor
¡que pronto se marchó feliz empeño!
el corazón perdió el perfil risueño,
con penas y desdichas a babor.

Negro se acerca el pronto devenir,
desde la proa oteo cardinal
de pésimo y forzoso porvenir

aún peor, es meta terminal
del rastro de la popa que avenir
toca para acabar en el final.




Carlos
31 de agosto de 2007.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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