Esta gente de nada se sonroja
meten ¿la mano casta? sin pudor
cual ávido y certero cazador
sin importarles si el hacer enoja.
Pero su proceder se nos antoja
a muchos, vil, malévolo y traidor
para desviar el ojo de otro hedor
que desde el norte miedo nos arroja.
A los dos por igual hay que vencer,
dando cumplir la ley sin deterioro
para plasmarla y a todos convencer.
La norma con mesura y recto hacer,
debe brillar sin nada de desdoro
y no cambiar a su antojo y placer.
4 de mayo de 2007.