Tengo grabado tu recuerdo a fuego 
          en la memoria; fue tal el engaño 
que el corazón se convirtió en huraño, 
en mar maldito donde aún navego. 
A Dios le pido con orado ruego 
que me libere de maligno daño, 
pues ahora aparece el mal de antaño 
y aún me tiene de locura ciego. 
Mi vida quiero libre de pasiones 
adulteradas y de amores falsos, 
fulgure la verdad sin colusiones, 
donde las luces venzan los ocasos, 
dejen las sombras sus conspiraciones 
y el día luzca con seguros pasos.
         
        
        4 de marzo  de 2007.