En sueños soñé que tu amor perdía;
tu figura difusa en lontananza
se evaporaba sin más esperanza;
te alejabas de prisa, ya no te veía.
En ti pensaba de noche y de día,
tus ojos exentos de ira y venganza,
de mirada sensible, llenos de belleza,
recordaba en lejana lejanía.
Sumido en mi pena estaba penando;
en aquella nebulosa tristeza,
deambulaba sin rumbo en ti pensando.
Sentí al pronto el calor y la tibieza
de tus manos mi cuerpo acariciando,
¡vi que de un sueño estaba despertando!.
19 de junio de 2006.