LA VIDA PASANDO

 

 


Esta empinada cuesta voy escalando,
pocas alegrías, mucho sufrimiento,
en los escasos llanos hallo aliento,
para continuar cansino subiendo.

La fuerza y coraje los voy derrochando
continúo el repecho con desaliento
¡forzado a lograr obligado intento!,
en la lejanía la cima voy oteando.

Los pasos dados, atrás van quedando,
sin huellas durables en el asfalto
de éste camino triste sin encanto
a cuyo final raudo voy llegando.

Mi penosa vida voy repasando
llena de temores y sobresalto
exigua de éxitos, colmada de espanto
sin remisión a su término dando.

Me duele el alma por no ir acabando
con todo el vivir de mi sufrimiento
y herencia no dejar de quebranto
¡lo estaré eternamente lamentando!

Al llegar nadie me estará esperando,
aquí aún dejo pedazos de lamento,
la vida escasa no dio para tanto,
allí en la nada seguiré penando.
¡Si no se apiada el Espíritu Santo!



Martes, 18 de abril de 2006.

Carlos.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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