No tendría sentido por mi parte,
culpar a todo el pueblo que trabaja
y vive en Cataluña, ¡sí al que ultraja!
teniendo la ira como un estandarte
de odio asentado en el feroz baluarte,
desde el echáis narcótico, cual naja
loca, que el corazón se desencaja
por la conducta de tan perverso arte.
Como pacense de “estremaúra”
a ti Cordón y a ti Morales, digo:
que es una “traïda” de alevosa altura
hecha a los extremeños, es castigo
a vuestra mala práctica y conjura,
que os tiene carcomidos, ¡os maldigo!
Pongo a Dios por testigo,
le pido sea la burla tortura
durable y como tal fin lo prodigo.
Carlos
7 de agosto de 2008