MI ESTRELLA SE LLAMA ISOLDA

 


Voy siguiendo
el rumbo de un sueño,
donde mi mente
solo ve tu presencia.

Amor que tengo dentro,
que debería olvidar
ya que no nos es permitido,
pero mi corazón se niega,
porque la dulzura de tu amor
encadena mi existencia.
Quererte tanto como deseo,
tenerte dentro de mí
toda la vida
y después también.

Condenado en una ilusión,
imagen bendita
que me refleja tu sonrisa,
que me serena el alma
y me anima a continuar.

Nunca serás mía,
nunca dejaré de tenerte.
Pero mi amor,
nunca dejaré de soñarte,
siempre seguiré amándote.

Me aferro al sueño
como lo hago al amor
porque de no soñarte
mi vida carece de valor.

En el sendero de los sueños
hay un túnel,
donde nos sumergimos los dos.
Juntas las manos
aquí donde nadie nos ve,
tan solo tú y yo.

Caminamos juntos
alumbrados por una sonrisa,
mientras los oídos del alma
reciben mil palabras de amor,
que suenan como una melodía,
nuestra canción,
aquella que hicimos los dos,
para que cuando la nostalgia
nos hiciera sentir las ganas
de estar juntos
ella nos confortara.

Estamos en el túnel
que es nuestra casa,
lejos del mundo,
solos los dos.
Donde los besos
son la energía del amor
y donde ya tiene nombre,
porque en él estamos tu y yo.

Miro mi interior y pienso
¿qué me pertenece?
¡¡¡Nada!!! Excepto tu amor.
Que estará siempre conmigo
como mi botín de pirata,
ofrenda del caballero a su dama.

Me siento un sultán
por tan enorme tesoro.
No te robé el amor,
me lo entregaste
y ahora sólo quiero hacer
ofrenda del mío,
como un sultán.

No puedo construir
el más hermoso palacio,
porque ya está construido.
Ni hacerte la más bella canción,
porque ya te la hice.
Regalarte la luna y sol,
tampoco,
porque son compartidas.

Tan solo puedo
devolverte tu corazón,
porque es lo único que tengo,
para que lo pongas junto al mío,
que lo llevas dentro.
¡Y así podré acariciarlo!

______________

Mi estrella se llama Isolda
que es el nombre de mi amor.
Mi delicia, mi tesoro.
La voz de mi corazón.

Pero también mi condena
que la vivo con pasión.
Pues el querer me envenena,
me conduce a la desazón.

De tenerla cuando sueño
de soñarla cuando siento.
Que sólo soñando
¡No es permitido el amor!

Al-campoamor. 26-diciembre-2006.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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