De la tierra nace
una canción
sonido celta
que habla de amor.
El tiempo se detiene
para escuchar...
A mi alma le da paz
mi corazón la libertad
Son los verdes prados
que se tienden hasta el mar
desde las cumbres
que al cielo un beso dan.
Donde los arroyos lloran
por dejar esta tierra
cediendo sus aguas al mar.
Donde los pájaros
que cantando sin cesar
les hablan a las flores
contentos por volar,
de las montañas al mar.
Donde una leyenda
habla de la inmortalidad
pues lanzada de la cumbre
tu alma ha de volar
y llegando al mar
se reencarnará
en el animal
más noble y bello
para mi tierra adornar.
Y las nubes...
Sirven de reposo al sol
para su fina lluvia soltar
y a mi tierra alimentar.
Las aguas del mar
en su murmullo
la costa quiere acariciar.
Y cantando a la tierra
para al cielo mandar
un mensaje de paz.
El cielo responde
llenándolo todo de azul
dejando al sol brillar
No es la tierra
que me vio nacer
pero es donde morir quiero.
Y vendería el alma
por poder vivir aquí
Es Irlanda...
La tierra de mi amor
donde mi corazón
se siente libre.
Donde mi alma se muere
suspirando por ti.
Donde en un prado
mi sudor...
Abone la fértil tierra
Donde mis huesos descansen
mis cenizas cubran ya,
desde la loma hasta el mar
Donde mi alma vuele libre
¡Hasta la eternidad!
Al-campoamor, 19 de octubre de 2.005.