Como una bella figura
observando el horizonte,
llenando paz que dura.
Intenso pequeño instante
cuando la miramos a ella.
Cabellos rubios al viento
agitados como una danza
una melodía que siento
que la serenidad alcanza
y un porte majestuoso.
Mira al sol de la mañana
allí donde se aleja el mar,
está desde hora temprana
para su corazón calmar,
soñando sus recuerdos.
La observo y me enternece,
siento su serena calma,
la paz que le pertenece,
sensación le sale del alma.
La creo feliz, en la nostalgia.
Tan solo un breve instante
desvía hacía mi su mirada;
se retira, ya la veo distante,
pero me deja la paz ganada,
mujer que me serena el alma.
Incógnita es la dama del mar;
sabré que siente el corazón,
si fue amor para no olvidar
vivido, que no hallo otra razón
para esta feliz melancolía.
Al-campoamor.