EL RIO

 


Alzo la vista al sol,
cuando la tarde cae.
Reflejos dorados en las aguas
de aquel río de mi sueño.
Rápida fluye la corriente
con sonidos que asemejan canto
y en la tarde, el sabor de un beso

Beso que yo diera y recibiera,
símbolo de amor eterno...
Fugaz caricia de fuego intenso
que nunca más se repitiera,
que yo ahora recordara

Vuelvo a visitar el río
viajando desde medio mundo
para encontrar las aguas corriendo,
alegres y rápidas, como deseando
alejarse de mí, como ya lo hiciera
aquel beso que recordara, aquel beso
que yo tanto amara...

Me quedó el rastro del amor
que una vida conservaré.
Hubo muchos y grandes amores
junto a mí, pero nunca amé tanto
como tanto amé a quien allí besara.

Ya solo despedida queda, sin dolor;
que no puede haber dolor,
donde antes hubo alegría.
Tan solo nostalgia, y ahora breve,
que los duelos del corazón
el tiempo sabio los sana.
Pero al observar el sitio de mi amor,
no puedo evitar un suspiro.
¡Y una breve lagrima!

Al-campoamor.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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