FIERAS

 

 

 

 

 

 

 

Los humanos dijeron que eras fiera,
que atacabas al rey de lo creado,
y a lo largo del tiempo ya pasado
diezmaron tu calaña carnicera.

Hoy, merced a una huída duradera,
sólo queda algún tigre abanderado
de una guerra perdida. Y aterrado
oculta su camada en la pradera.

Mas viendo como cuida de sus hijos
me pregunto: ¿Quién guarda la bondad?
¿Acaso el que los mata a plazos fijos?

¿O aquel que, perseguido sin piedad,
ampara en los postreros escondrijos
su prole de la gran atrocidad?

© Antonio Pardal Rivas

18-07-08




























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