VIOLENCIA DE GÉNERO

 

 

 

 

 

 

 




¡No pienses más en él, es un inutil
que no puede apreciar lo que lo amas!
¡Entiérralo en la tumba denegrida
de aquellos que no saben dar su alma!

¡Venera los recuerdos de aquel tiempo
en que feliz viviste equivocada,
bebiendo de los besos traicioneros
que dulces se posaban en tu cara!

¡Mas huye de sus pasos, amor mío,
que solo sufrimientos te deparan
palabras embusteras que te dice
en un triste y siniestro abracadabra!

¡Rechaza sus promesas engañosas
que ocultan las maldades de un canalla,
mezcladas con el rojo de una sangre
que a veces, en su furia, te derrama!

¡Aparta de la fiera y sus colmillos
el alma que te tiene secuestrada
y piensa que si sigues a su lado,
seguro llega el día en que te mata!

Así yo le clamaba a la mujer
que oculto y silencioso veneraba,
transido de dolor al ver sus ojos
mirando con temor al que ella amaba.

¡No le hizo caso nunca a mis consejos!
¡Jamás prestole oído a mi llamada!
¡Tan grande era el amor que le tenía
que todos sus maltratos soportaba!

Hoy triste me prosterno ante la tumba
do yace ya mi rosa deshojada.
Aquella que fue fiel a su destino
sin ver el gran amor que yo le daba...



© Antonio Pardal Rivas

17-10-07


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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