SEMENTERA

 

 

 

 

 

 

 

Dulcísima simiente quiero ser
matriz de una grandiosa sementera
que al mundo que cercano nos espera
consiga de ternura abastecer

Quisiera en mis endechas recoger
la luz de amor que entierre la postrera
cosecha de amargura y de quimera
de un orbe que no quiere perecer.

¿Por qué he de renunciar a esta ilusión
queriendo lo que quiero: solo amor?
¿Es acaso tan loca mi ambición?

Un sol quisiera ser abrasador,
semilla placentera y corazón
de un tiempo de ventura y de fulgor.



© Antonio Pardal Rivas

1-04-07

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

VOLVER