TÚ, TODA

 




Tus ojos,
con pestañas
de abanico abierto.

Tu boca,
como brasa
de ascua ardiente.

Tu cuerpo,
Venus desnuda
que incita al deseo.

Afrodita encantada
que baña mi cuerpo
hecha Ninfa de arroyo.

Tú me besas y yo,
como Eros latente,
acaricio tu entorno.

Baco me da su néctar
divino y yo,
ebrio, me fundo contigo.

Tú, toda;
más dulce que el néctar
me invitas al sueño.


Emilio García del Nido.
22-julio-2.007.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

VOLVER