PLEGARIA

 





Dame Señor tu paz por duradera,
no dejes que me pierda vacilante,
llévame de la mano hacia adelante;
no quieras que sólo aquí me muera.

Reverberando el cálido suelo
quise ver que en él te reflejaste,
desde entonces quiero encontrarte
teniendo Tu Eterno consuelo.

Me has dado la paz que te pedía,
me siento por siempe a Ti ligado,
bendigo Tu bondad día tras día,

ya que mis súplicas has escuchado
yo quiero celebrar con alegría
el gozo de haberte encontrado.





Emilio García del Nido.
8-septiembre-2.008.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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