CANTARES

 





Mi barca va navegando
por lo ancho de la mar,
y yo, con la pleamar
y con las olas luchando
por siempre estaré esperando
a que amaine el temporal.

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Azul el color del cielo,
verde el campo, verde el mar;
blanca la luna al pasar.
Negro el color de los celos
y blanco el de los luceros,
los que alivian mi pesar.

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Cuando pesado subía
tu pendiente callejón
te vi asomada al balcón,
te miré con alegría
y, desde aquel mismo día
tengo ajena la razón.

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Los surcos del campo arado
se asemejan a mi vida,
sus bajadas y subidas
me tienen desconcertado
y busco, desesperado,
para ello una salida.


Emilio García del Nido.
7-septiembre-2.007.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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