Una barca diviso en lontananza
por el mar que navega mi tormento
y la quiero alcanzar en un momento
porque lleva consigo la esperanza.
Yo quisiera ser viento de bonanza
para hacerme más fácil el intento
y llevarme la barca a mi contento
corazón que rebose de alegranza.
Y cantar así gloria y alabanza
lanzando mis temores hacia el viento
e inclinando a mi lado la balanza
Y soñar con un dulce firmamento
que me lleve en caminos de labranza
a enterrar de mi vida el sufrimiento.
Emilio García del Nido.
30-julio-2.007.