Fue un amor sin final aunque tú ausente
porque te fuiste, amor, en aquel día
que se nubló mi cielo, fue agonía,
en la espera fatal que nunca miente.

Sé que nunca te has ido, de repente
noté ese palpitar que en mi vivía
y sé que aún estás, mi razón fía
porque es mi corazón el que presiente.

Y me encuentro flotando entre la nada
de un sueño o realidad que no he soñado
en mis noches sin fin cual flor ajada.

Ansiedad de tenerte bien amado,
arañaré tu mundo, ilusionada
hasta encontrarte amor, ya tan lejano...



Sofía Martinez-Avellaneda
25 de octubre de 2007.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

VOLVER