Me queda poco tiempo y es por eso
que ya me importan poco vanas cosas.
Moriré en libertad, oliendo rosas
y exhalando el aroma de aquel beso.
Cesará el esperar, de amores ceso,
descubriré el lugar donde reposas
entre lirios, buscándote en las fosas
donde hallaré el lugar que exime al preso.
Ya queda poco, ¡amor! para encontrarnos
y sueño con el ansia enardecida
en un volver de nuevo para amarnos.
Será como una nueva amanecida
que trae el despertar para así hallarnos
en un eterno amor..., estremecida.
Sofía Martinez-Avellaneda
7 de mayo de 2007